La Reflexión N.º
343. Se titula: ¿ Puede una persona pobre cambiar su destino?
Estimado lector:
todos sabemos que en la tierra, hay millones de personas pobres y que
viven en situaciones tremendas de miseria. Entonces el interrogante
para esta Reflexión es: ¿ Puede una persona pobre cambiar su
destino? Si lo miramos desde el punto de vista natural, o sea que la
persona no tiene ningún respaldo de dinero, o algún familiar de
buen corazón que desee ayudarlo, es prácticamente imposible; más
si la persona se arrepiente de todos sus pecados ante el Señor
Jesucristo, y comienza a luchar a través de la fe, y habiendo sido
echados todos los demonios que tenía, en un templo evangélico,
donde se practique la expulsión de espíritus malignos, o también
por un profeta del Señor Jesús, si es posible.
Esta afirmación es
totalmente genuina, porque proviene de la Santa Biblia, que es la
palabra de Dios. Dice : “ Salmos 113: 7-8 ; y Salmos 10.12.
“Salmos 113: 7
El levanta del polvo al pobre, y al menesteroso alza del muladar,
8 Para hacerlos sentar con los príncipes, con los príncipes de
su pueblo.”
Salmos 10:12
Levántate, oh Jehová, alza tu mano; No te olvides de los pobres.”
Podríamos continuar citando más versículos, mas lo fundamental es
que toda persona que necesite del Señor, Él, siempre está para
escucharlo, y para levantarlo de cualquier situación.
Para
el Señor no hay nada difícil; Él, nos lo asegura en: “
Jeremías 32:27
He aquí que yo
soy Jehová, Dios de toda carne; ¿ habrá algo que sea difícil para
mí?
Apreciado
lector: puede que usted tenga un familiar pobre, y si es que está en
su corazón ayudarlo, el
primer paso es orar para que el Señor Jesucristo, quebrante esa
terrible maldición,
y después indicarle, y acompañarlo a un templo evangélico, donde
se mueva el poder del Espíritu Santo, y practiquen liberación de
espíritus malos, regálele la Santa Biblia, y si el arrepentimiento
fue sincero, la situación mala cambiará para bien, quedará
en el olvido; y es todo por amor del Señor, que dio su vida para
perdón de todos los pecados de aquellos que lo acepten.
Para finalizar, como es mi costumbre, le dejo un versículo bíblico
para que lo medite:
“ Proverbios
19:17 A Jehová presta el que da al pobre, y el bien que ha hecho,
se lo volverá a pagar.”
Que el Señor lo bendiga abundantemente, un amigo en el Señor.
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