La Reflexión N.º 287. Se titula : Regar nuestras plantas.

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La Reflexión N.º 287. Se titula : Regar nuestras plantas.
Estimado lector: hoy estaremos compartiendo la importancia que tiene una acción tan simple y necesaria para los que tenemos plantas, y es: el regarlas diariamente, pues ellas están dependiendo de nosotros para que tengan una vida buena y saludable.
Nuestro Dios, en su generosidad, también se ocupa de proveer de agua a toda la tierra, para enriquecerla, para bendecirla, y para que dé todos los frutos, que consumimos.
Dice : “ Salmos 65:9-13./// 9 Visitas la tierra, y la riegas; En gran manera la enriqueces; Con el río de Dios, lleno de aguas, preparas el grano de ellos, cuando así lo dispones. /// 10 Haces que se empapen sus surcos, Haces descender sus canales; La ablandas con lluvias, bendices sus renuevos.
11 Tú coronas el año con tus bienes, Y tus nubes destilan grosura./// 12 Destilan sobre los pastizales del desierto, y los collados se ciñen de alegría./// 13 Se visten de manadas los llanos, y los valles se cubren de grano; Dan voces de júbilo, y aún cantan.”
También cito: “ Salmos 104:13 El riega los montes desde sus aposentos, del fruto de sus obras se sacia la tierra.”
Amable lector:podemos ver¡ cuan generoso y amoroso es el Señor! ¡ Cuanto ama a todos aquellos que lo buscan! El es el que provee el agua viva que es : El Espíritu Santo, para que nuestras almas sean regadas, y quedemos saciados y fortificados, como cuando nosotros regamos nuestras plantas.
Ellas dependen de nosotros y nosotros dependemos del Señor Jesucristo.
Dice : “ San Juan 7: 37-39 Ríos de agua viva./// 37 En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pié y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba./// 38 El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva./// 39 Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él, pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado.” Esta promesa se cumplió en Pentecostés. Escrito está en : “ Hechos 2:1-4
La venida del Espíritu Santo. 1 Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos.
2 Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban todos sentados;/// 3 y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos./// 4 Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.”
Apreciado lector: así como el agua es totalmente necesaria, para toda la vida existente, el Espíritu Santo es también indispensable para que nuestro espíritu sea regado y tengamos crecimiento espiritual, por consecuencia quien lo da es Dios. Toda aquella persona que hace participar a los demás de la palabra de Dios, planta la semilla de verdad y es un servidor del Señor Jesús, mas quien da el crecimiento es Dios. Dice:” 1 Corintios 3:7 Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios , que da el crecimiento.” Y siempre es a través del Señor Jesucristo
Valioso lector: ¿ Le gustaría recibir el agua viva del Espíritu Santo? De ser así, y si todavía no lo hizo, lo invito a que reciba en su corazón al Señor Jesús, con arrepentimiento sincero de todos sus pecados abrazando el sacrificio de la cruz del Calvario; busque un templo evangélico en donde se mueva el poder del Espíritu Santo de Dios, y practiquen expulsión de demonios, consiga o compre la Santa Biblia, recomiendo la Reina Valera, edición 1960, y verá que en breve tiempo cambiará su vida espiritual y física para bien.
Para finalizar le dejo un versículo bíblico para meditar: “ Apocalípsis 22:1
Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero.”
Que el Señor lo bendiga abundantemente, un amigo en el Señor.
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