La Reflexión N.º
197. Se titula: ¿ Cuánto pesa el pecado?
Amable lector:
alguna vez pensó en la magnitud que tiene una ofensa que le pudimos
haber hecho a un semejante, o al Señor? ¿ Pensó en la ofensa hecha
al Señor cuando escuchamos su santa palabra y la rechazamos? ¿ Hay
algún valor o parámetro que podamos utilizar para saber esto?
Nuestro Señor
Jesucristo nos enseña en el evangelio de San Mateo capítulo 18:
23-35, en la parábola: Los dos deudores, en la cual , para que
podamos comprender cómo sería la ofensa, o sea el pecado contra el
Dios verdadero, que muchas veces hacemos contra Él, nos indica en
el versículo 24, que un siervo le debía a su rey diez mil talentos
de oro, cantidad que para un siervo, o para cualquier persona sería
imposible de pagar.( El talento de oro en la antigüedad pesaba entre
34 y 37 kilos, tomaremos un promedio de 35 kilos)
En la actualidad,
según mi cálculo, como mínimo,y según la cotización del oro, y
expresada en dólares norteamericanos serían: setenta y cinco mil
millones.( 75.000.000.000 )
Una suma sideral. Es
para que tengamos una idea aproximada de la deuda, ante el Señor por
los rechazos y la consecuencia tremenda que implica si no lo
aceptamos y nos arrepentimos de todos nuestros pecados y ofensas a
su sagrada persona, ya que es el Rey de reyes y Señor de Señores.
Él llevó sobre sí
nuestros pecados, y es solamente Él quien nos puede perdonar; y
nosotros debemos también perdonar a nuestros semejantes, por amor a
su santo sacrificio en la cruz del Calvario.
A continuación
transcribiré “ San Mateo 18: 21:35
21 Entonces se le
acercó Pedro y le dijo: Señor ¿ Cuántas veces perdonaré a mi
hermano que peque contra mí? ¿ Hasta siete?
22 Jesús le
dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.
Los dos deudores
23 Por lo cual el
reino de los cielos es semejante a un rey que quiso hacer cuentas con
sus siervos.
24 Y comenzando a
hacer cuentas, le fue presentado uno que le debía diez mil talentos.
25 A éste, como
no pudo pagar, ordenó su señor venderle, y a su mujer e hijos, y
todo lo que tenía, para que se le pagase la deuda.
26 Entonces aquel
siervo, postrado, le suplicaba, diciendo: Señor, ten paciencia
conmigo, y yo te lo pagaré todo.
27 El Señor de
aquel siervo, movido a misericordia, le soltó y le perdonó la
deuda.
28 Pero saliendo
aquel siervo, halló a uno de sus consiervos, que le debía cien
denarios, y asiendo de él, le ahogaba, diciendo: Págame lo que me
debes.
29 Entonces su
conciervo, postrándose a sus pies, le rogaba diciendo: Ten paciencia
conmigo, y yo te lo pagaré todo.
30 Mas él no
quiso, sino fue y le echó en la cárcel, hasta que pagase la deuda.
31 Viendo sus
consiervos lo que pasaba, se entristecieron mucho, y fueron y
refirieron a su señor todo lo que había pasado.
32 Entonces,
llamándole su señor, le dijo: siervo malvado, toda aquella deuda te
perdoné, porque me rogaste.
31 ¿ No debías
tu también tener misericordia de tu consiervo, como yo tuve de ti?
32 Entonces su
señor, enojado, le entregó a los verdugos, hasta que pagase todo lo
que debía.
25 Así también
mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo
corazón cada uno a su hermano sus ofensas.”
Apreciado lector: ¿ Desea usted el perdón del Señor para su vida?
De ser así, y si todavía no lo aceptó en su corazón, ábralo para
ÉL, abrazando el sacrificio de la cruz del Calvario; busque un
templo evangélico, donde se mueva el poder del Espíritu Santo y se
practique liberación de espíritus inmundos, consiga o compre la
Santa Biblia y comience su lectura, día a día, meditándola y
pidiendo que el Santo Espíritu de Dios ilumine su mente, para poder
comprender todo lo hermoso y maravilloso que tiene para usted, y
pronto verá que su vida estará plena con gozo en su espíritu.
Para finalizar le dejo un versículo bíblico para meditar: “
San Mateo 5:3
Bien aventurados
los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.”
( Pobres en espíritu significa ser humildes en espíritu) Que el
Señor lo bendiga abundantemente, un amigo en el Señor.
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