La Reflexión N.º 371. Se titula: Falta de confianza y orgullo espiritual. Parte Primera.




La Reflexión N.º 371. Se titula: Falta de confianza y orgullo espiritual. Parte Primera.
Estimado lector: estaremos compartiendo algo que es de gran importancia para todo cristiano, y en especial para los líderes que son usados por el Señor, para su obra. Todos los que creemos y hemos visto el poder del Señor actuar en todos aquellos que necesitan de su misericordia y amor, para que sean desatados de trabajos de brujerías, hechicerías, cambios de vida, enfermedades de todo tipo, etc, y queremos también, así como el Señor actuó para nosotros, sea de la misma manera para otros también. Para que sea verdad el primer paso es : creer. A medida que avanzamos en los logros espirituales y cambios de vida, etc, entraremos en el segundo paso: tener confianza de que si pedimos con fe, y unida a la fe del necesitado, habrá resultados positivos; y aquí es donde muchos fallan, y que es el tercer paso: el yo, que puede crecer desmedidamente, y al que le pasa piensa que puede hacer como a él le parece, o como le parece a la organización a la que pertenece.
¿ Y cual es la consecuencia? Es el : orgullo espiritual. A continuación compartiremos porciones bíblicas, que se refieren a un líder espiritual de los más famosos que está registrado en la Santa Biblia, que es la palabra de Dios, y es: Moisés. La primera cita está en: Éxodo14:13-16, y que se refiere a un momento de gran peligro para el pueblo de Dios, pues venía persiguiéndolos faraón con su ejército para matarlos a todos. “ Éxodo 14: 13-16./// 13 Y Moisés dijo al pueblo: No temáis estad firmes, y ved la salvación que Jehová hará hoy con vosotros; porque los egipcios que hoy habéis visto, nunca más para siempre los veréis./// 14 Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos./// 15 Entonces Jehová dijo a Moisés:¿ Porqué clamas a mí? Di a los hijos de Israel que marchen./// 16 Y tú alza tu vara, y extiende tu mano sobre el mar, y divídelo, y entren los hijos de Israel por en medio del mar, en seco.”
Apreciado lector: el versículo 16 es una indicación directa de Jehová Dios para obtener el resultado y la solución a tan terrible momento, y es por eso que le pidió a Moisés, que él dividiera las aguas. Por supuesto, que si el Señor quería lo hubiera echo Él, más quiso que Moisés tomara la actitud de fe y le hiciera caso. Esto es lo que todos debemos hacer siempre ante un gran mal: tomar actitud de fe, y todo resultará bien. La otra cita es: “ Éxodo 17:16.” Aquí es otro problema: el pueblo de Dios no tenía agua para beber ( sugiero leer el capítulo 17 completo) y el Señor Jehová le dijo a Moisés lo que tenía que hacer para obtener el preciado líquido. “ Éxodo 17:6 He aquí yo estaré delante de ti allí sobre la peña, y saldrán de ella aguas, y beberá el pueblo. Y Moisés lo hizo así en presencia de los ancianos de Israel.” Hasta aquí todo bien, lo cual es un gran ejemplo para todos nosotros.
Siempre hacerle caso a nuestro Dios. Amable lector: la siguiente cita bíblica se trata de que cuando los israelitas llegaron al desierto de Zin, se encontraron sin agua para beber, ( nuevamente le recomiendo leer el capítulo 20 de Números ) y el Señor Jehová dio directivas de como sería el milagro para solucionar este grave problema. “ Números 20: 7-8 /// 7 Y habló Jehová a Moisés, diciendo: /// 8 Toma la vara, y reúne la congregación, tú y Aarón tu hermano, y hablad a la peña a la vista de ellos, y ella dará su agua, y les sacarás aguas de la peña, y darás a beber a la congregación y a sus bestias.” ¿ Y que hizo Moisés ? ¿ Seguir las directivas del Señor ? La respuesta está en:
“ Números 20: 9-12 /// 9 Entonces Moisés tomó la vara de delante de Jehová, como él le mandó.
10 Y reunieron Moisés y Aarón a la congregación delante de la peña, y les dijo: ¡ Oíd ahora rebeldes
¿ Os hemos de hacer salir aguas de esta peña ?
11 Entonces alzó Moisés su mano y golpeó la peña con su vara dos veces; y salieron muchas aguas, y bebió la congregación, y sus bestias.
12 Y Jehová dijo a Moisés y a Aarón: por cuanto no creísteis en mí, para santificarme delante de los hijos de Israel, por tanto, no meteréis esta congregación en la tierra que les he dado.

Estimado: continuaremos en la Reflexión siguiente, o sea la n.º 372